La ciencia es un sistema de representaciones de incuestionable éxito, pero que presenta rasgos paradójicos pretende coincidir con el objeto real, pero no se limita a un saber de este objeto, sino del tipo universal al que pertenece y de las relaciones que regulan su comportamiento. La unión de ambos rasgos ( particularidad y universalidad) constituye el enigma central de la epistemología. El esfuerzo de solución condujo a Kante a concebir un sujeto bifronte: un rostro, el sujeto empírico, con el cual protagonizamos las experiencias de nuestra biografía particular una a una. El otro rostro ,el del sujeto transcendental, oculto qu nos induce a generalizar y a entregarnos con una confianza alineada a un saber que nosotros no hemos conseguido; que procede de otro tipo de experiencia: como si dijéramos de una experiencia supraindividual, genérica... una dualidad semejante al saber de los vivientes, que por una parte aprenden de sus propias actuaciones individuales pero lo hacen parados sobre los hombros de la sabiduria biológica que su especie le transfiere como patrimonio genético. Estos son los términos del problema de este libro: saber a priori ( de la especie); saber a posteriori