Este texto representa un importante esfuerzo dirigido a esclarecer la compleja relación entre los dos procesos que constituyen el núcleo central del hecho humano: el pensamiento y el lenguaje. Pero también estamos ante un texto que se diferencia de otros en algo poco frecuente hoy en día: la preocupación de su autor no se orienta hacia el conocimiento de cada uno de estos procesos por separado, lenguaje sin pensamiento y pensamiento sin lenguaje, como tantas veces ocurre en la ciencia cognitiva actual. Su autor, José A. Sánchez Medina, centra su interés en la compleja relación que ambos mantienen casi desde sus origenes en la ontogenésis humana. Situándose en la tradición que iniciara el psicólogo y semiólogo soviético Lev S. Vygotski en la década de los veinte, Sánchez Medina trata de analizar y comprender una firma de habla o discurso que, sin duda, configura el nexo entre ambos procesos. Me refiero al habla egocéntrica, un modo de discurso en el que el lenguaje y pensamiento parecen servirse mutuamente y servir a las acciones del niño en sus propósitos.