El autor investiga lo que Kafka llama el escribir la persona burguesa del poeta se reduce y se transforma en la personalidad del que escribe. La persona Kafka cede la palabra al Kafka que escribe. Walser examina desde este punto de vista la cosificación,las audiencias e interrogatorios, las discusiones, las empresas de los protagonistas fantasmagóricos de Kafka, como asimismo el papel que desempeña el espectador, mostrando como el instante decisivo es permanente en la evolución humana describiendo al observador Kafka, logra lo que no alcanzaron otros intérpretes, sin interferir nunca entre el lector y la obra.