La acuicultura se practica desde hace siglos en algunas partes del mundo, sin embargo, es hasta las últimas décadas cuando se ha consolidado como una actividad económica de importancia. Su contribución a la producción mundial de organismos acuáticos se ha incrementado de manera extraordinaria debido a que se cultiva una gran cantidad de especies y los sistemas de cultivo son muy variados. La mayoría de estos organismos son utilizados para consumo humano, aunque también algunos se aprovechan para diferentes fines como ornamentales, industriales y hasta médicos.