.La construcción de grandes embalses trae consigo en ocasiones la necesidad de inundar poblaciones enteras. La singularidad de este fenómeno, de dolorosas consecuencias humanas y también por supuesto patrimoniales, encuentra respuesta en nuestro ordenamiento jurídico a través de la previsión de un procedimiento expropiatorio especial: la expropiación que dé lugar al traslado de poblaciones.