La originalidad de esta obra, implícita con su título, se despliega en su lectura. Hay en ella un intento de ir más allá de los hechos, de traspasar los límites de la cronología y llegar a los supuestos básicos que han orientado los avatares del quehacer psiquiátrico. En esta búsqueda, el autor elige como hilo conductor su propia preocupación por encontrar al hombre. El contenido del libro es la respuesta a un modo diferente de preguntarse por ese hombre que vive en un mundo distinto al nuestro, a veces impenetrable: el enfermo mental. Su interés lo ha llevado, en esta oportunidad, a buscar el transcurso histórico de las ideas psiquiátricas, tratando de encontrar las respuestas que, a su vez, se dieron los hombres de ciencia, en otros tiempos, cuando se enfrentaron con el problema de la cura del enfermo mental.