Los autores de este libro muestran en él exhaustivamente el modo en que la psicosociología, tanto por su problemática como por la intervención directa del psicosociólogo en la clase, contribuye a hacer evolucionar la situación educativa. Como todo el mundo sabe, dar clase, transmitir un saber, son acciones que forman parte de la comunicación, y por lo tanto el punto de partida deberá ser el análisis del proceso de esa comunicación y de las pedagogías que la sostienen. Desde este punto de vista, ¿qué se puede esperar de esa investigación? ¿Es su función la de evaluar las acciones emprendidas y otorgar validez a las experiencias según criterios "objetivos"? ¿O bien consiste, tratándose de una práctica como la enseñanza, en fundamentar un método, aclarar su sentido y establecer nuevas pistas? Las renovaciones en curso, principalmente en los colegios, aportan elementos de respuesta promoviendo formas de investigación-intervención destinadas a tratar los problemas de la comunicación en un medio escolar: una operación que asocia a investigadores y participantes en la búsqueda de sentido, en la reflexión sobre los comportamientos, las situaciones y los sucesos característicos del proceso educativo. Así, la primera parte de la obra desarrolla una crítica al enfoque experimentalista de la práctica educativa, mientras que la segunda presenta un estudio monográfico como ilustración de ese enfoque. Finalmente, la tercera parte sitúa ese proceso en la perspectiva general de la psicosociología de la educación cuyo compromiso es la elucidación de las situaciones y los comportamientos.