La papa es uno de los cultivos alimenticios más importantes en los países en desarrollo, así como también en países desarrollados. Debido a su importancia en Europa como producto barato para la alimentación humana, animal, y como fuente de almidón y alcohol durante la revolución industrial, la papa comúnmente se considera como un cultivo cuya producción y uso se restringe mayormente a naciones industrializadas. De hecho, hoy en día los países en desarrollo producen alrededor del 30% del total mundial de papas, y la producción en esos países se está expandiendo más rápidamente que la de otros cultivos alimenticios. Como resultado, el cultivo de la papa está convirtiéndose en una importante fuente de empleo rural, ingreso y alimento para poblaciones crecientes. En términos monetarios la papa es ahora el cuarto cultivo más importante entre los cultivos alimentarios del mundo en desarrollo.