Descripción de la obra
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Los intelectuales y sus diversas academias han sido objeto de especulación utópica desde la Antigüedad, y las relaciones entre los asesores ilustrados y los gobernantes han seguido siendo temas centrales en las historias políticas, las biografías y los libros prácticos sobre el arte de gobernar. Este libro no trata sobre ese grupo pequeño y excepcional de intelectuales y expertos (un Woodrow Wilson, un Paul Douglas o un Daniel P. Moynihan), que han desempeñado cargos y se han convertido en actores políticos, sino que abarca a decenas de miles de expertos que actúan dentro del gobierno o en sus márgenes, que asesoran, responden consultas, actúan en diversos cargos oficiales y comentan incansablemente temas públicos. Hay, entre ellos, figuras relevantes como Kissinger, Brzezinski o J. Kirkpatrick entre los más famosos especialistas en política exterior, y A. Rivlin, Ch. Schultze o M. Boskin entre sus economistas prominentes. Según James A. Smith, el filósofo y el experto a menudo han sido figuras extravagantes en las sociedades democráticas, y el hombre verdaderamente sabio -del que se podría decir que al mismo tiempo tiene la cabeza en las nubes y los pies en la tierra- siempre ha sido una rareza. Sin embargo, se trata de hallar una dinámica que explore las cualidades del nexo poder-conocimiento: "El poder sin conocimiento -sostiene- resulta aterrador, mientras que el conocimiento en el vacío, no probado por la práctica política, es vano. Es evidente que los dos deben conjugarse de alguna forma. El Mago que está en el palacio de la autoridad, que mantiene su mística por medio del humo y espejos, nos distrae de la conciencia de la virtud que hay en nosotros mismos, mientras que el otro Mago, el munido con su canasta de ideas sin ataduras, flota a la deriva, cada vez más alto y más lejos de la Ciudad Esmeralda, dejando que nos gobierne el Espantapájaros".