La continua evolución de la medicina ha favorecido el desarrollo del conocimiento médico de la población, creando una necesidad y demanda creciente de atención médica humanística, de calidad, regulable, y responsable. Este entorno ha permitido resaltar temas médicos cuya resolución es polémica o requiere establecer lineamientos basados en los principios de la atención médica previamente referidos. Sin embargo, la práctica médica, como toda actividad humana, y dado que no es una ciencia exacta, tiene entreveros, donde los aspectos éticos, filosóficos o humanísticos ponen en ocasiones, en entredicho, las ventajas de los adelantos técnicos. Ante esta situación, una generación de especialistas responsables ha reconocido y, como última consecuencia, elaborado, una obra de vanguardia, con la convicción de enmendar y prevenir los fallos de la noble profesión médica.