Descripción de la obra
____________________________________________________________________
Objetivo: Ayudar en la detección, valoración, manejo, planificación y evaluación de servicios para personas con deficiencia mental, discapacidad o minusvalía psíquica en general.
Aplicación: Individual
Tiempo: 20 a 30 minutos
Edad: Niños y adultos
Corrección: Manual
Material: Manual + 5 Cuestionarios (a color)
Evaluación del funcionamiento adaptativo
El concepto de FIL
(Funcionamiento Intelectual Limítrofe) asocia las disfunciones cognitivas diversas a
un coeficiente intelectual de entre 71 y 85. Estas disfunciones determinan un
déficit en el funcionamiento de la persona tanto en cuanto a la restricción de
actividades como a la limitación de su participación social. Habrá que tener en
cuenta, por tanto, que el déficit cognitivo no queda relegado exclusivamente a
un simple CI, por lo que es necesaria una cuidadosa evaluación del
funcionamiento adaptativo.
ICAP, Inventario para la
Planificación de Servicios y Programación Individual
Es una herramienta que, entre
otras cosas, permite realizar evaluaciones normativas de la conducta adaptativa
y de los problemas de conducta.
En esencia, el ICAP se compone
de un registro sistemático de datos relevantes sobre la persona atendida por un
servicio y de dos instrumentos normativos de medida; uno de conducta adaptativa y otro de problemas de conducta. El ICAP
es aplicable a personas de todas las edades y fundamentalmente está pensado
para ser utilizado en personas con discapacidades, aunque puede admitir un uso
con otro tipo de poblaciones que a veces se excluyen de la categoría anterior,
por ejemplo, con menores con problemas de marginación, tercera edad, personas
con problemas de salud mental, personas con funcionamiento intelectual límite,
etc.
El ICAP consta
de:
Un registro del diagnóstico o los diagnósticos de la
persona, datos personales y limitaciones funcionales (movilidad, visión,
audición y estado de salud).
Un test de
conducta adaptativa que mide el nivel de las personas en relación con destrezas
básicas para desenvolverse con independencia en su entorno y se estructura en
cuatro escalas:
1. Destrezas sociales y comunicativas (tanto lenguaje
expresivo como receptivo).
2. Destrezas de la vida personal (satisfacción de una manera
independiente de las necesidades personales más inmediatas, tales como comer o
vestirse).
3. Destrezas de vida en comunidad (por ejemplo, la
utilización autónoma de transportes públicos, la habilidad de la persona para
utilizar dinero o emplear el reloj).
4. Destrezas
motoras (tanto finas como gruesas).
Para cada
escala, más una general que las engloba, hay puntuaciones normativas: de edad,
percentiles y puntuaciones típicas, entre otras. Adicionalmente, es posible
establecer un perfil de implicaciones instructivas en que se obtienen dos
edades, entre las que se puede ajustar el contenido de los programas
específicos destinados a la persona evaluada, de manera que su nivel de
dificultad no sea percibido por esta como demasiado fácil o difícil.
Una prueba de
problemas de conducta, que los analiza según ocho áreas, de las que se extraen
cuatro índices normativos de problemas de conducta: interno, asocial, externo y
general.
El ICAP es una prueba relativamente sencilla y rápida (unos
20 minutos cuando ya se conoce bien) que completa de manera independiente
(autoadministrada) alguien que conozca bien a la persona evaluada. Cualquier
profesional con un mínimo de práctica en completar cuestionarios puede rellenar
el ICAP (profesores, monitores, asistentes sociales, psicólogos, etc.). La
interpretación del ICAP y las decisiones posteriores sobre las personas
evaluadas las deberá tomar personal debidamente cualificado.