La ampliación de la enseñanza obligatoria es un hecho de indiscutible significado social y educativo. Pero ofrecer una educación de calidad a todos los ciudadanos y ciudadanas del siglo veintiuno es un reto de mayor calado y transcendencia que la simple prolongación de la escolaridad. Ello no será posible sin la implicación y compromiso de los profesionales responsables de dicha educación: docentes, psicopedagogos/as, asesores/as, etc. Compromiso para el que no basta con la "buena voluntad", sino que ésta ha de ser complementada con una adecuada formación teórica y práctica de dichos profesionales, acorde con la educación que la sociedad democrática actual y futura necesita. Esta obra, en la que convergen reconocidos autores del campo de la didáctica, la orientación y la psicología, nace con la pretensión de aportar un grano de arena a esa tarea formativa y, a la vez, orientadora de la acción educativa desde una perspectiva procesual y crítica.