Una eficaz acción educativa obliga a plantearse en profundidad la autoevaluación como modelo de cambio y participación de todos los estamentos de la comunidad educativa. Un mayor o menor grado de participación viene a ser un indicador que permite valorar cualquier propuesta de calidad reforma o innovación. El modelo de autoevaluación modular de centros educativos responde a las exigencias particulares de reflexión, análisis y toma de decisiones que se realiza en cada centro, para responder adecuadamente a cualquier planteamiento innovador. Es un modelo de concepción organicista, estamental, con definción ideológica. Responde a un enfoque fundamentalmente rogeriano. Participa de los enfoques social, abierto , dinámico, cultutural y positivo. Comparte la teória moderna de la organización y sus indicadortes se agrupan en cuatro fase: criterial, presupuestaria, metodológica e informatica. Se identifica con modelos centrados en la evaluación de cambio. La flexibilidad que caracteriza la propuesta deriva del instrumento modular de área o de criterio, como resultado de la participación y el consenso de todos los estamentos de la institución educativa.