Descripción de la obra
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La base de la que parte Bernhard Windscheid es la de
la contraposición neta entre ordenamiento jurídico romano y ordenamiento
jurídico moderno (al menos alemán) y de la incompatibilidad del concepto romano
de actio con el sistema del derecho vigente. Para los modernos, el derecho es
el prius, la acción es el posterius; para los romanos, prius es en cambio la
actio, posterius es el derecho. Para los modernos el derecho es lo que crea, la
acción lo que es creado; para los romanos, valor creativo tiene en cambio la
actio; el derecho es solamente consecuencia. Equiparar la actio a la acción
(Klagerecht) significaría introducir en el sistema romano la concepción moderna
de que la actio esté al servicio del derecho y presuponga por consiguiente la
existencia de éste; y significaría, por otra parte, desnaturalizar el
pensamiento jurídico moderno, que debe usar el lenguaje de los derechos, no el
de las acciones. Sólo evitando estos equívocos se podría, según Windscheid,
comprender el significado que tienen para nosotros, los modernos, las
clasificaciones romanas de las actiones así como los principios relativos a su
extinción, y sería posible explicarse las doctrinas romanas sobre la litis
contestado, la sentencia, la transmisión de las actiones.
Theodor Muther dirige su polémica sobre todo contra
la prioridad de la actio y se preocupa poco de la afirmada ecuación de ésta con
la pretensión, de modo que su argumentación resulta defectuosa; la misma viene,
además, diluida en una serie de artificios dialécticos que, en lugar de
reforzarla, disminuyen su eficacia. Por otra parte, el lector queda
desconcertado por el esfuerzo con que Muther intenta encuadrar rígidamente el
ius honorarium en el esquema lógico de la prioridad del derecho a la actio, sin
admitir ninguna graduación de matices y sin reconocer la peculiaridad de la
confesión decretal de una actio o de otro medio de tutela no prometido por el
Edicto.