En la ciencia jurídica siempre se ha tenido una particular predilección por la figura del “abuso del derecho” –desde que ésta surgió como doctrina autónoma en la segunda mitad del siglo XIX–, y que no se han escatimado esfuerzos para la determinación rigurosa de su campo de significación.

Estas tentativas, si bien han influido vigorosamente en la obra legislativa y jurisprudencial contemporánea, no han servido en absoluto para determinar la institución ni para precisar el término dentro del vocabulario jurídico, tal como se ha pretendido. El resultado negativo de estos intentos de caracterización, no deben sin embargo hacernos caer en ningún tipo de escepticismo elucidatorio.

Luis A. Warat