Descripción de la obra
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Si la política fue definida alguna vez como el arte
y la ciencia de gobernar, la litigación también puede ser definida en ese
sentido; esto es, como el arte y la ciencia de litigar en un proceso o causa
judicial. Eso es efectivamente la litigación oral en estos días. Su importancia
resulta trascendental en momentos de cambio o tránsito de modelo procesal
penal; esto es, en lo específico, del modelo inquisitivo mixto al modelo
acusatorio garantista (llamado también acusatorio adversarial).
No siendo la litigación oral precisamente un
concurso de oratoria ni algo por el estilo, el nuevo sistema procesal penal,
anclado en la publicidad y oralidad correspondiente, requiere de una técnica,
como es concretamente la litigación oral, la misma que sin la publicidad del
caso no tiene mucho sentido que digamos, pues un sistema oral cerrado en la
privacidad del sumario no se diferencia mucho del sistema escrito, al cambiarse
tan sólo de medio y no así de finalidad. En esa medida, el sistema procesal le
da sentido a la litigación oral si y sólo si se garantiza la publicidad dentro
de dicho sistema.