Descripción de la obra
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Confieso
que al dar a este libro el título de instituciones que tenido la secreta
esperanza de distinguirlo de esa literatura más o menos simoníaca que suele
florecer en torno a las leyes nuevas. Pero él indica, además, la índole y el
contenido de la obra: que tiende a fijar e ilustrar los principios
fundamentales que dominan la vastísima materia de la quiebra, recogiendo
alrededor de ellos las soluciones de los múltiples problemas particulares, y
sobre todo a formar, o cuando sea preciso, a transformar, el hábito mental del
estudioso, según la voluntad, y estaba por decir la intención, del legislador.
Debo
manifestar mi experiencia, me ha acontecido al escribir este libro, que he
fluctuado continuamente entre furia atónita admiración por las bellas cosas que
se encuentran en la ley y que nadie había soñado en meterlas dentro, y una no
menos atónita irritación por tas feas y las horrendas que estaban y que están,
y que por cierto nadie las ha querido; por lo que he llegado a la conclusión de
que los comentarios deberían preceder a la ley, y no a la inversa. Queda, sin
embargo, del haber colaborado a la formación de una ley una secreta simpatía
hacia ella, y una más aguda voluntad de conocerla y hacerla conocer,
prescindiendo de la crítica estéril; si éste debe ser el título que justifique
la empresa en la que me he aventurado, muy gustosamente lo invoco, y espero que
el lector quiera admitirlo benévolamente.