El medio de comunicación más universal de todos los tiempos para contar historias, la televisión, apenas puede apoyarse en un puñado de publicaciones sobre la creación de guiones para series de ficción y documentales. Las causas de esta escasez de instrumentos que ayuden a escribir guiones para la pequeña pantalla hay que buscarlas seguramente en los prejuicios culturales, la complejidad del entramado productivo, la falta de conexión entre los creadores de la televisión y el mundo académico y las precarias condiciones en las que la industria de ficción televisiva ha evolucionado fuera de los Estados Unidos.