El autor parte de la constatación de una extraña ausencia de teoría en la materia. Su desarrollo metodológico define tres aspectos del fenómeno: el movimiento social, la conciencia histórica y la realidad jurídica. Tal formulación sugiere que la política de derechos humanos necesita del desarrollo de una sociología, de una fenomenología y de una teoría jurídica específicas. Con estas, la Política, como instrumento científico-técnico y medio de acción social puede operar con mayor eficacia en la instauración de un Estado de Derecho más pleno y una Democracia de más alta calidad. El trabajo pretende contribuir a fundar una sólida tradición teórica sin la que, según el autor, no se podrá dar buen término a la etapa de prehistoria científica por la que estas disciplinas transitan hoy, hasta alcanzar su fase histórica de ciencias fundadas. Es una reflexión crítica que tiende a desplazar el tema hacia un terreno teórico más firme, un libro de teoría más que de acopio informativo.